Blurryface
No se trata de olvidar a alguien que estuvo, sino de sentir el vacío de quien nunca llegó.
Como si en tu historia hubiera voces que nunca escuchaste, pero que anhelas oír.
Un familiar ausente, un hermano que nunca nació, un amor que nunca conociste.
Porque, a veces, lo que más duele no es la pérdida, sino la ausencia de lo que jamás existió.
Celebrar tus victorias sin poder compartirlas, soplar las velas de los cumpleaños en los que siempre faltó alguien, o necesitar un hombro para apoyarte en un día malo.
Sentir que hay un espacio en tu vida que quedó sin llenar, una silla vacía en la mesa, un nombre que nunca fue pronunciado.
¿Cuántas veces has dibujado ese rostro en tu mente? ¿Imaginado cómo sería la sonrisa, la voz, la mirada? Si fuera un familiar… ¿tendríais gestos parecidos? ¿Compartiríais los mismos gustos, la misma risa?
Pero… ¿y si realmente nunca estuvo porque así tenía que ser? ¿Y si su ausencia, aunque dolorosa, es, en cierto modo, parte de quién eres hoy?
Tal vez hay cosas que no están destinadas a suceder. Tal vez el destino no quiso darnos respuestas, porque a veces la vida no nos da lo que queremos, sino lo que necesitamos.
Y las personas que están en tu vida son, precisamente, las que tienen que estar.
Y tu? Has sentido alguna vez éste tipo de ausencia?