El frío de lo que ya no está

Había lugares a los que no podía volver. Los dejé congelados en el tiempo, creyendo que así era una forma de respetar tu partida. A la vez, un dolor tremendo me bloqueaba para avanzar hacia ellos cuando estaba cerca. Me los imaginaba oscuros, dolidos sin ti.

Sitios por los que paseaba contigo, al sol o incluso bajo la lluvia más profunda, compartiendo nuestros momentos más bonitos. Y también aquellos en los que la tristeza me invadía y nos escondíamos juntas allí…

Lugares donde te vi crecer, donde me hiciste reír tanto con tus trastadas y algún que otro susto típico de la vida.

Cuando te fuiste, no fui capaz de volver a ellos. No tuve el valor.

Aunque te acompañé hasta tu último suspiro, la vida aquí, para mí, se quedó vacía y sin sentido. Esos sitios seguían existiendo con un desdén que no soportaba.

Ni siquiera fui yo quien recogió tu cama cuando volví de despedirnos. ¡Imagínate!
Aquella casa en silencio, en la que antes había tanta alegría, ahora sólo me desbordaba y me atravesaba el alma.
Todas tus cosas me rodeaban y me recordaban que hace unas horas estabas allí, pero que te habías ido… para nunca volver. No pude.

El vacío de esta vida seguía. Los momentos, nuestros lugares congelados, coexistían conmigo, aunque fueran desconocidos entonces para mí.

Ayer volví a uno de ellos. Paseé por allí como lo hacíamos, y me sorprendió ver el frío que lo rodea sin ti. Todo sigue igual. Nada ha cambiado.
Como si de verdad lo hubiesen paralizado.
Es increíble pensar que un día tú estabas allí.

En cierta forma, pasar por ese lugar fue como ir curando la agonía de sentirme bloqueada. Y, en otro modo, fue como volver a sentirte aquí.

Aunque te has ido, yo, de ti, no me olvido.

Si lo que encuentras aquí te ha llegado o te ayuda de alguna manera y quieres apoyar para que siga compartiendo mis historias sin filtros, puedes hacerlo aquí. No hay donación pequeña cuando viene del corazón.

Gracias por ser parte de este viaje

TEXTO DE RESCATE

Sus gritos me retumban en los oídos y se me clavan como puñales.Cada uno enciende…

Leer más

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *