«La familia es lo primero»

«La familia es lo primero.»
«Nadie te va a querer como tus padres.»

Frases heredadas, repetidas, casi como mantras.

En este rincón venimos a hablar de cuando no es así.

A veces tu familia no es refugio.
Es el primer lugar del que sales herido.
Donde aprendes dinámicas que no quieres repetir.
Donde, incluso sin que ellos lo sepan, no te sentiste protegido. Y llegaste a pensar que la culpa era tuya.

Mi pobre niño inocente… No eras tú la pieza que fallaba.
No elegiste nacer ahí.
Tampoco ser parte de esa herencia tóxica que decidieron continuar.

Si puedes, corre.
Rompe el círculo.
Crea tu propia familia.
Eso de “la sangre une” a veces solo sirve para atarte.
No cargues culpas que no son tuyas.
Desátate y sigue adelante.

Es curioso escribir todo esto cuando yo nunca fui capaz de huir.
Sólo pude hacerlo a medias. Y ese precio aún lo cargo.

El día que me quité la venda, mi corazón me agarró y no me dejó irme.
Y por eso sé que, si te vas, los monstruos te miran.
Y cuesta soltarse de verdad.

Por eso, si tienes una familia que sí es hogar, cuídala.
Ámala todos los días.
Valórala.

Porque sí, la familia es lo primero… cuando tú también eres lo primero para ellos.

Cuando tus sentimientos importan más que las apariencias.
Cuando tus sueños pesan más que la carrera que elijas.
Cuando puedes ser tú mismo, sin mandatos heredados.
Cuando son tu refugio y no tu cárcel.

Porque no elegimos de dónde venimos.
Pero sí elegimos dónde quedarnos.

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